domingo, 12 de julio de 2015

TRABAJOS PRELIMINARES EN UNA OBRA - ESTUDIO DEL TERRENO.


El terreno es un dato esencial para la construcción de la obra y su conocimiento, tiene una importancia primordial. Su naturaleza y su capacidad portante condicionan el sistema de cimentación y a menudo el tipo de la obra; su dureza influye en la forma de ejecución y el precio de costo.

Se distinguen los terrenos rocosos y los terrenos sueltos, en cada uno de estos tipos, existen grados correspondientes a diferentes durezas. Es de conocimiento general que los terrenos sueltos tienen una capacidad portante reducida y por lo tanto exigen cimentaciones complicadas y a veces costosas. Los terrenos rocosos son difíciles de extraer y exigen para su extracción una disgregación previa, lo que significa un costo elevado en las excavaciones, pero en cambio, se prestan para la construcción de cimentaciones en construcciones sencillas y económicas.

Los estudios geológicos de la zona indicará los posibles terrenos a encontrar, sobre esta base se podrá elaborar un sondeo o toma de muestras de la zona. Si todos estos trabajos no se realizan con la debida supervisión, podrán dar datos erróneos y por lo tanto será más costoso volver a realizar los estudios.

En general, una obra se proyecta tratando de aprovechar, en lo posible, los materiales de la zona. El estudio geológico indicará los materiales existentes y su calidad, así como también la posibilidad de encontrar aguas subterráneas que pueden servir para el abastecimiento de la obra o que puedan a interferir con la ejecución de las excavaciones.

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