Se emplea la dosificación del efluente tratado como medio de proveer aireación intermitente, a
las superficies filtrantes durante un tiempo suficientemente prolongado. Esta permite el drenaje
del sistema, y la exposición de las paredes al aire y ocasionalmente la exposición del fondo, lo
cual favorece la degradación de la porción orgánica de la capa adherida por la acción de las
bacterias aeróbicas.
Para obtener la intermitencia del flujo se emplean bombas, si el sistema se encuentra en terrenos
nivelados o sifones si la cámara dosificadora está a una cota superior a la invertida en los
laterales. El volumen de cada descarga debe ser unas diez veces el volumen total de las tuberías
de lodos laterales para asegurar la distribución uniforme en los mismos.
listo contradice la recomendación generalizada de que el volumen de la dosis de la descarga debe
estar entre el 60 y el 75 % del volumen del sistema de distribución ( Salvato ) o un 50 % del
volumen de los drenes del campo de infiltración; pero es necesario, tener en cuenta que al drenar
totalmente los laterales, estos deben estar nuevamente llenos en la siguiente dosis para que
realmente se ejerza sobre el sistema la carga hidráulica de la bomba o el sifón.
Por otra parte, es el período de reposo, que asegura la infiltración y aireación de las superficies
filtrantes, el que garantiza la condición aeróbica del sistema, y la dosis es realmente función de la
capacidad filtrante del suelo como se indica en la tabla 4.19.
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