El efluente datado se bombea o es sifoneado si se dispone de carga suficiente al área de absorción
o lecho, mediante el sistema de tuberías de distribución situado en la parte superior de agregados
gruesos. Pasando por esta capa se infiltra a través del material de relleno donde se produce
realmente la retención mecánica de partículas, escurriendo la fase liquida a la capa no saturada
del suelo natural, generalmente de textura más fina que el material de relleno. La cubierta interior
o tapa, de material más fino que el relleno, protege el terraplén de las precipitaciones y retiene la
humedad necesaria para una buena cubierta vegetal sobre el suelo que forma la capa exterior del
sistema.
La tabla 4.20 ofrece la composición y características del material de relleno, y el caudal de
infiltración a utilizar en el diseño para calcular el área requerida para el relleno.
Las restricciones principales sobre el sistema son: la pendiente del terreno, que tiene más
limitaciones que para las zanjas o lechos, el material de relleno y la altura al manto freático, que
debe ser suficiente para evacuar el agua infiltrada, sin que se sature la capa de relleno o la c°.pa de
suelo que soporta el terraplén, lo que produciría el afloramiento superficial del agua en las
proximidades de la base del sistema.
Para mantener bajos los costos de construcción, se debe tomar el material de relleno en la propia
zona v su selección debe ser cuidadosa por cuanto su capacidad de infiltración determina el área
de infiltración requerida No es recomendable el uso de materiales muy permeables por su bajo
poder de retención y por el riesgo de que se favorezca la aparición de escurrimientos laterales que
afloren a la superficie del terreno. Aunque el área de absorción se diseña generalmente como un
lecho, es posible diseñar un sistema de zanjas si el caudal a disponer es grande, buscando
aumentar el área de infiltración.
Algunas experiencias, sugieren que si la permeabilidad del suelo natural es menor de 2,5 cm/h (
mayor de 24 min/cm ), el lecho debe ser estrecho y prolongado a lo largo del contorno del suelo,
mientras que, para suelos de mayor permeabilidad, el lecho pueda tender a un cuadrado
En
cuanto al sistema de distribución, aunque se ha empleado el flujo a gravedad, la distribución
uniforme a presión resulta más conveniente para reducir el flujo, en zonas saturadas del relleno,
producto de distribución desigual del agua sobre toda el área y previene la aparición de zonas de
(lujo concentrado o cortocircuitos.
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